Canción del Trovador Errante
Fui un trovador errante
sombra por caminos sin almas
Mis riquezas
fueron aquellos sitios
donde aprendian mis canciones
quienes me las mostraban
vagabundos alrededor de sus hogueras
iluminaciones de cirqueros y perros
donde me convertia en una chispa transitória
disuelta en las remotas
antífonas que saben las cigarras
Mi pátria era la intempérie
los acosados campos de clorofila elemental
y fauna en eclosión
pero también era ceniza
miércoles de lloviznas masticando
la hogaza súcia y nutritiva que comparte
el proscrito ordinário
risueño y colosal
entre las tíbias ocasionales
piernas de um cisne amaestrado
Fui un trovador errante y ahora
tras el paso del tiempo
soy quien enciende las hogueras
quien convoca luciérnagas
y sabe el nombre de la chispa que salta
de la crepitación hacia la noche
cometa de un universo diminuto
donde mi mano es la de Diós
quiero decir
la de un colosalmente viejo vagabundo
com la mirada puesta en los senderos
com la memoria abierta a la única
riqueza que le espera
Susurraré mi historia a un trovador errante
sombra en busca de almas
para que la reparta junto a los fuegos
ocasionales tíbios que depara el camino
a todos quienes sueñan com un cisne
salvaje.
Sílvio Rodrigues Dominguez
1996, Madrid
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